Cómo cambia todo cuando, de repente, nos damos cuenta de que nos enamoramos. Se nos modifica el estado de ánimo: pasamos de la sonrisa más maravillosa a la tristeza más absoluta. Y, en general, esa especie de ciclotimia constante nos sucede cuando nos volvemos locas de amor por alguien que, o bien nos registra, o tiene novia, o es mucho mas grande que nosotras. Así empezamos a vivir de esperanza y paciencia, y con la ilusión de lograr que un día por fin nos hable o nos dirija una sonrisa de esas que marcan aún mas la perfección de su cara. Pareciera que dejar de sufrir por ESE chico y fijarnos en otro no nos fuera posible. Sucede así porque el enamoramiento, no el amor, suele venir de la idealización. Esto es sobrevalorar las cualidades y ver maravilloso a quien no tenemos, y esta manía por sobredimensionarlo nos hace agregarle más bondades a las que ÉL en realidad tiene. Entonces, será mejor relajarse, porque no hay remedio para la regla: "como no lo tengo, lo quiero."Hay que empezar a mirar a nuestro alrededor y a darnos cuenta que estamos en una etapa hermosa de la vida, en la que la amistad y la diversión tienen que estar presentes todo el día. Y siempre tener en cuenta que este chico no será ni el primero ni el último de nuestras vidas. Quizás, un día, aunque hoy nos parezca imposible, nos lo crucemos en el camino y nos sonriamos al pensar : "Qué le vi !?"