
Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no, y ahora tengo que esconder las heridas. Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí. Nunca me podré alejar de ti!
Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día. Después me subo a tu coche y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos, no volver. Pero es inútil negarlo: tú me esrtrías atrapando otra vez,contigo sólo puedo perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario