martes, 3 de noviembre de 2009

Te amo.
Sin reflexionar,
inconcientemente,
irresponsablemente,
espontáneamente,
involuntariamente,
por instinto,
por impulso,
irracionalmente.
En efecto, no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados,
para fundamentar este amor que siento por tí,
que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada,
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo.
Te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.
Te amo incomprensiblemente,
sin preguntarme porqué te amo,
sin importarme porqué te amo,
sin cuestionarme porqué te amo.
Te amo,
sencillamente porque te amo
y yo mismo no sé porqué lo hago.

No hay comentarios:

Publicar un comentario